Es la musa que anima a los poetas
que van al cafetín de tarde en tarde.
Mientras hablan de versos y cometas,
la cafeína en sus cerebros arde…
Allí Mendoza, Suárez,Castrorrivas,
-fumadores, humosos, tabacales–
concentrando sus fuerzas volitivas
construyen mil cajitas musicales…
Y Dago, el escultor…Los ensayistas.
También los aprendices de poeta.
Uno que otro pintor…Los periodistas.
Todos beben café….=¡Su vitamina!
Sin pensar que al beber esa agua prieta,
¡Beben amarga sangre campesina!